Niños al dentista: Cuando realizar la primera visita
Cuando a su bebé le salen los primeros dientes es recomendable que acuda al dentista.
La Asociación Española de Odontopediatría recomienda que se le lleve a partir del primer año o cuando le hayan salido los primeros dientes de leche.
Hasta hace unos años, no muchos, se recomendaba la visita al odontopediatra por primera vez cuando le hubieran salido todos los dientes, lo que suele producirse entre los 24 y 36 meses, es decir, que en algunos casos a los tres años.
En la actualidad se ha adelantado el momento de esa primera visita. La experiencia nos ha enseñado que a la edad de tres años hay niños que han sufrido traumatismos, los hay que arrastran ya un problema de oclusión y, lo que es más frecuente, muchos presentan caries.
Por estas razones resulta fundamental realizar una atención dental temprana para prevenir y, si fuera necesario, tomar decisiones frente a determinadas patologías y malformaciones en dientes y encías.
Y seguro que en esa primera visita su odontopediatra le recomendará que inicie a su hijo en la limpieza bucal cuanto antes.
Beneficios de las revisiones dentales tempranas
Hoy los niños ya no suelen tenerle miedo al dentista. Pero no hace muchos años era frecuente en las personas de cierta edad que le generase miedo y ansiedad tener que hacerse una simple revisión bucal.
Los tiempos han cambiado la odontología, como todas las otras ramas de la sanidad. Los avances científicos y tecnológicos han sido inmensos y, sin embargo, todavía nos encontramos con pacientes que te advierten del pánico que les da el dentista desde que eran niños. Por eso, para los niños nos esforzamos todavía más en mejorar el ambiente agradable que suele haber en todas las clínicas modernas, para ellos procuramos, incluso que sea divertido.
Hacer que un niño se acostumbre a venir a la clínica desde una edad temprana evita o, al menos, minimiza el temor que tienen algunos adultos. Nos gusta que los más pequeños se familiaricen con la clínica y con los profesionales que le atendemos para que acudan sin temor y se encuentren relajados a lo largo de toda la consulta.
Es en estas visitas iniciales cuando los padres acostumbran a buscar aclaraciones a sus dudas sobre lo que es mejor para la salud dental de sus hijos. Quizá las más comunes sean las que se refieren a la higiene bucal de cada edad, a cual es el uso correcto del chupete y a los hábitos alimenticios más saludables.
Qué esperar de la primera visita dental de su hijo
La primera consulta es una oportunidad para que el niño se familiarice con su dentista. En nuestra clínica contamos con una odontopediatra especializada en la atención a los más pequeños que, además, con su trato amigable y simpatía consigue que los niños salgan encantados de la consulta.
Lo habitual es que en esta primera cita se realice una revisión, nada más. Lo importante en este primer encuentro es que el niño se familiarice con los profesionales, conozca la clínica y pase con tranquilidad todo el proceso de consulta. Si fuera necesario un tratamiento, lo dejaríamos para una nueva cita. Para entonces el niño acudirá a nuestra clínica sin tensión alguna.
En esta primera revisión es suficiente con que comprobemos si ya le han salido o no los dientes, si existen caries o amenaza de que las vaya a tener y se le hará una revisión general de su boca sin llegar a hacerle ninguna radiografía. Pues no se le hará, salvo clara necesidad, hasta que haya cumplido los 5 años y empiece a tener sus dientes permanentes
La prevención atenúa molestias futuras.
Las visitas periódicas al dentista son ya habituales y, por lo general, con fecha acordada de una cita para otra. La mayoría de los padres tienen en su agenda la próxima visita al dentista de sus pequeños cuando, sin embargo, no tienen prefijada cual será la suya.
Pero los hay más despreocupados y aplican a sus hijos sus propias prácticas: acudir al dentista cuando sienten molestias o dolor. Estos padres son los que piensan que si los dientes de leche se van a caer para qué cuidarlos.
Son los menos, sin duda, cada vez está más extendida en nuestra cultura la importancia de la salud bucal. Desde la más temprana edad.
Los dientes de leche, que se les empezarán a caer a los 5-6 años de edad tienen su función. Una caries no tratada en estos dientes primerizos puede convertirse en un problema a medio y largo plazo.
Los dientes de leche facilitan la mordida mejorando la ingesta de alimentos, ayudan a hablar y a gesticular con la cara. Además, guardan el espacio para el correcto crecimiento de la boca, evitando que otros dientes ocupen este espacio y así los dientes permanentes tengan el hueco suficiente para desarrollarse con normalidad.
Si el niño tiene una caries que no tratamos, puede generar problemas mucho más graves que comprometer la calidad de los nuevos dientes que salgan, los definitivos. Uno de estos problemas es la inflamación, que en casos graves puede llegar a afectar a la mandíbula y requerir una intervención más complicada.
Pero conviene repetirse como un mantra: La prevención atenúa molestias futuras.
Cinco recomendaciones para que los niños crezcan con salud bucal
Hay un montón de consejos que un odontopediatra puede dar a unos padres. Algunos avalados por la Asociación española de Odontopediatría y otros fruto de su propia experiencia. La lista podría ser extensa y abrumadora, por eso hemos elegido hoy los que nos parecen que deberían estar en los primeros puestos de la lista de recomendaciones.
1ª- Es recomendable repetir las visitas al dentista cada 6 meses. Siempre es mejor prevenir y las revisiones ayudan al niño a ver la importancia de la higiene bucal.
2ª- Hay que ser constantes en la correcta limpieza bucal del niño.
3ª.- Debemos acostumbrar a nuestro niño a que se limpie los dientes dos veces al día y observarle hasta una edad suficiente para asegurarnos de que no comete ningún error a la hora de lavárselos. O, por lo menos, que los niños vean como nos los cepillamos nosotros, puesto que los niños repiten todo aquello que ven hacer a sus padres, incluso cepillarse los dientes. También, por aquello de ganar tiempo, podemos cepillarnos los dos a la vez.
4ª.- Evitar que el niño utilice otra cosa que no sea agua para hidratarse en la noche, pues la mayoría de bebidas contienen azúcar, el principal enemigo de los dientes.
5ª.- Si tenéis alguna duda, os animamos a que nos las planteéis. Os daremos ideas y consejos para que poco a poco se vayan acostumbrando y acaben realizando la limpieza dental autónomamente.